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Contexto

Recientemente un dato arrojado por la la Organización Meteorológica Mundial, en los últimos 50 años los desastres naturales se han quintuplicado, más allá de esta cifra, la importancia de la creación de un plan de emergencias trasciende. Se trata de un tema de prevención, a priori disminuirá el impacto de cualquier desastre y las personas al estar preparadas, en su momento sabrán mejor cómo actuar y así el margen de error de las acciones será menor. Así mismo, el Decreto 2157 de 2017 , brinda una guía para saber qué aspectos tener en cuenta al momento de elaborar  planes de gestión de riesgo y el respaldo del desarrollo sostenible dentro de esta gestión.

¿Qué es la gestión de riesgo de desastres?

Acorde al Decreto 2157 de 2017, “La gestión del riesgo de desastres, es un proceso social orientado a la formulación, ejecución, seguimiento y evaluación de políticas, estrategias, planes, programas, regulaciones, instrumentos, medidas y acciones permanentes para el conocimiento y la reducción del riesgo y para el manejo de desastres, con el propósito explícito de contribuir a la seguridad, el bienestar, la calidad de vida de las personas y al desarrollo sostenible.

 

¿Qué son y para qué sirven los planes de gestión del riesgo de desastres?

Principalmente consiste en un plan de contingencia ante desastres entre los que se incluyen: natural, biosanitario, socio-natural y tecnológico; el cual busca mitigar los daños o pérdidas ocasionados por los mismos, así como los bienes económicos, sociales y ambientales. La siguiente ilustración muestra más detalle de cada uno de los tipos de desastre:

Sus usos principales son la reducción del riesgo, además de contribuir al desarrollo sostenible dentro de la empresa.

 

¿En qué manera contribuye la gestión de riesgo de desastres al desarrollo sostenible?

Tanto el desarrollo sostenible como la gestión de riesgo de desastres contemplan tres aspectos relevantes dentro de su desarrollo y ejecución, los cuales son: social, ecológico y económico. Ya con esto se logra evidenciar a grandes rasgos que ambos conceptos velan por mejorar y tratar de forma óptima estos tres elementos que los envuelven. Por tal motivo, el desarrollo sostenible juega un papel fundamental dentro de la gestión de riesgo de desastres, pues al tener común denominadores, el segundo se sustenta del primero, como modelo para contemplar un menor impacto a nivel financiero, ecológico y social. Beneficiando a corto y largo plazo los recursos dentro y fuera de la empresa.

Ahora bien, pese a que ambos contemplan la parte social, ecológico y económico, cada uno actúa de forma diferente, así como lo muestra el siguiente modelo:

Gestión de Riesgo de Desastres                        Desarrollo Sostenible

                                                                                                        

Plan Gestión Riesgos Desarrollo Sostenible

Elaboración Propia

La semejanza de ambos modelos es notoria, por ende, pese a ciertas diferencias se hace visible la manera en la que se complementan al tratar una problemática mediante la intervención de tres ejes que a su vez requieren de elementos en común para poder ser funcionales.

 

¿Qué tener en cuenta para realizar el Plan de Emergencias?

Con el ciclo PHVA (planear, hacer, verificar y actuar) se puede diseñar y monitorear el plan de emergencias. La mejor manera de hacerlo es seguir cada uno de los pasos, con el fin de garantizar el éxito y efectividad del mismo. Además destacar que este ciclo tiene los mismos pasos y acciones similares a las del BCP.

Este ciclo consta de 4 fases:

  1. Planear: se debe conocer el riesgo al establecer su contexto, valorarlo y monitorearlo. Así mismo en este punto se prevé la reducción del riesgo, mediante intervenciones correctivas y preventivas y la protección financiera. Adicionalmente, se tiene que manejar el desastre con el plan de emergencias y contingencia. Finalmente, se debe contar con un plan de inversiones.
  2. Hacer:  Implementar el plan de gestión del riesgo de desastres de entidades públicas y privadas (PGRDEPP) pues este permite el conocimiento del riesgo, la reducción del riesgo, manejo de desastres, plan de inversiones, socialización y comunicación. También la implementación sectorial y armonización territorial.
  3. Verificar: se realiza el seguimiento y verificación, a través del control, auditorías internas y evaluación de la efectividad del plan.
  4. Actuar: finalmente al momento del suceso, se contemplan los planes de mejoramiento y planes de acción. Así como la revisión y ajuste del plan (en caso de requerirse).

 

Por último cabe tener en cuenta la importancia de llevar a cabo simulacros para así cumplir con el ciclo PHVA de una manera más productiva y sacar provecho del mismo al identificar qué se está cumpliendo de forma correcta y cuáles aspectos se deben tener en cuenta. Esto con el fin de mejorar y acondicionar el plan de emergencias acorde a las necesidades identificadas. Además el hecho de implementar los planes de emergencia dentro de las organizaciones es una buena práctica, a la hora de hablar de continuidad de negocio, dado que integra cuatro pasos fundamentales dentro del BCP.

 

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dbonilla

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